
Abundancia y equilibrio
Abundancia es tener mucho de algo
Todos deseamos tener todas aquellas cosas buenas que necesitamos en abundancia. Porque tener abundancia de algunas cosas y carencia de otras nos produciría, según los casos, sensaciones negativas. Es decir, si fuese carencia de salud, seria dolor físico, si fuese carencia de relaciones, sería tristeza, si fuese carencia de conocimientos, sería baja autoestima, si fuese carencia de dinero sería desesperanza, si fuese carencia de espiritualidad seria despropósito.

Por consiguiente, queremos tener suficiente salud, amor, dinero, conocimientos, y espiritualidad. La buena noticia es que todo esto está disponible y al alcance de todos, lo único que tenemos que hacer es reconocer cuáles son nuestras necesidades y reconocer cuáles son los lastres que nos impiden conseguir aquello que necesitamos.
Reconocer nuestras necesidades
Como ves, es importante conocer eso, pues tienes que comenzar desde donde te encuentras en este momento y eso dependerá de tus circunstancias actuales. Nuestras circunstancias varían y nuestras necesidades junto con ellas.
Son diferentes las necesidades de un ser humano con una calidad de vida media en todos los aspectos, mencionados anteriormente, de salud, amor, dinero, conocimientos, y espiritualidad, de la de un ser humano con una calidad de vida media, pero además con dos hijos. Como tampoco es lo mismo que seas un ser humano que tengas una movilidad estándar, a que seas un ser humano con una movilidad reducida, es decir, que tengas restringido el oído, o la vista, o el caminar, etc.
Por eso es tan importante saber cuáles son tus necesidades y cuáles son los lastres que te impiden conseguirlo, Siendo tan importante lo uno como lo otro.
¿Pajarillo o vaca?
Ejemplo: Imagina que eres un pajarillo silvestre hambriento, a unos 200m a la derecha de donde te encuentras hay un hermoso campo de habas forrajeras donde pastan unas hermosas vacas lecheras, a 200m de a la izquierda de donde te encuentras, se extiende un valle lleno de trigo.
A ti sólo te queda la suficiente energía para llegar a uno de los dos sitios, tienes que decidir si vas a la derecha o a la izquierda, pero desde tu posición lo único que consigues ver a simple vista es a unas hermosas vacas lecheras, lo que da a entender que allí hay abundancia de comida y en tu condición actual eso es lo que necesitas, comer.

Así que usas tus ultimas energías, para dirigirte hasta allí, pero al llegar allí te das cuenta, de que las hermosas vacas, se alimentan de habas forrajeras, y que estas son demasiado grandes para que tú puedas tragarlas, tu boca y tu garganta son demasiado pequeñas para aquel nutritivo manjar. Estás rodeada de abundancia y vas a morir de inanición.
Tener mucho de algo – abundancia
Tener mucho de algo no es prosperidad, ni se traduce en felicidad, si no es lo que necesitas. El pajarillo estaba rodeado de habas forrajeras, pero no era lo que el necesitaba, estaba rodeado de abundancia, pero podía morir de inanición.
Muchas personas ansían riquezas. Piensan que el dinero les traería la tan ansiada felicidad, pero algunas estadísticas muestran que hasta el 80% de los que ganan millones a la lotería en menos de 10 años están arruinados, ¿Por qué? Porque al no poseer conocimientos o cultura financiera no pueden digerir lo que tienen. Son pajarillos en medio de cultivo de habas forrajeras.
Reconocer nuestras necesidades
Visto lo anterior, nuestra primera misión es establecer nuestras necesidades actuales, y comprobar los recursos de los que disponemos. No pasa nada si son tan escasos y tan limitados que casi parece imposible subsistir.
¿Sabes cómo consiguió subsistir el pajarillo? Picoteando de los excrementos de las vacas hasta que recobró las suficientes fuerzas para volar hacia otra parte. Te puedo asegurar que el ser humano puede pasar por situaciones muy extremas. Y si es capaz de resguardar su mente no perderá su integridad.
Estar arruinado, al punto de no poder ni atender los gastos mínimos de una familia, no es un pecado, es una circunstancia. Pero aun en situaciones extremas debemos de aprender a ser íntegros.

No finjas lo que no eres
Si el pajarillo se hubiese fijado lo suficiente y no sólo hubiese visto lo evidente y grande, que son las vacas, tal vez hubiese visto a lo lejos unos pequeños pajarillos, semejantes a él, volar, lo que le hubiera indicado donde estaba el alimento apropiado para él, en concreto.
Bien… ahora ya sabes que no todos tenemos las mismas necesidades y es por eso que es muy importante que reconozcas las tuyas en particular, y no desees los bienes que tienen otras personas con otras necesidades.
Imagínate un hombre que tiene un pequeño negocio de chatarrería que le permite vivir bien en una buena zona, pero es el único de sus vecinos que en vez de un coche utilitario o de alta gama como tienen otros de la zona lo que conduce es una furgoneta que a pesar de que trata de mantenerla bien, debido al trabajo la carrocería presenta algunas abolladuras.
Su vecino y amigo es un directivo de una gran empresa, que conduce un auto de alta gama, puesto que lo utiliza para visitar a posibles clientes o socios. Los fines de semana los dos practican submarinismo y nadie distinguiría a simple vista quién es quién, puesto que ya no están desempeñando sus trabajos. Ahora sólo son dos amigos y ninguno de ellos en sus respectivos trabajos, ni fuera de su ocupación, se consideran más o menos que el otro. Simplemente son dos seres humanos desempeñando sus respectivas funciones.
Pero relacionado con esto surge otro problema. Veamos un ejemplo para que lo comprendamos.
¿Princesa u hortelana?
Una vez me eche a reír y respondí a una amiga que yo haría lo mismo, después que ella me contara que una amiga común que vivía en un hermoso chalet, no usaba la cocina de la casa sino una que se habían hecho en el patio, para no ensuciar la casa. Ante su cara de asombro le expliqué.

-Yo soy tan de huerta, que aunque tuviera un palacio, seguro que viviría en el corral con las gallinas, y sabes, cuando a veces veo algunas de las mansiones de los famosos, con eso tapizados, esos muebles, no veo a mis nietos correteando por allí, y además pienso en todo el trabajo y mantenimiento que necesitan esas casas. Es decir, yo soy pajarillo, no necesito habas forrajeras.
Nuestras propias limitaciones
Si, así es, reconocer nuestras limitaciones nos ayuda, bien porque al igual que yo, en este aspecto las asumes, porque en ese aspecto es como te sientes feliz, o bien porque las reconoces y las trasciendes, porque no te sientes realizado, con esa limitación.
Aquí es donde todos los guías recomiendan que conozcas cuál es tu don, asunto difícil, porque desde pequeños se nos ha enseñado a competir, a triunfar, a destacar, a ganar dinero, a sobresalir de entre los demás. Esto es, a buscar habas forrajeras, a dirigirnos hacia donde parece que existe prosperidad. Pero a estas alturas, ya sabemos que no sólo queremos, abundancia de algo, sino equilibrio.
Tenemos que reconocer cuáles son nuestras necesidades y reconocer cuáles son los lastres
Al pan pan y al vino vino
Hablemos claro, es muy cierto que el dinero no da la felicidad, pero te puedo asegurar, yo y millones de personas más, que la pobreza tampoco da la felicidad. Yo creo que dentro de nuestras circunstancias todos debemos de ser lo más productivos posible, las personas ociosas y perezosas no son felices, ni tienen sentimiento de logro ni autoestima sana.

Seguro que si eres pajarillo y consigues producir habas forrajeras encontrarás la manera de hacerlas servir para el bien de tu comunidad.
Quiero decir, sí puedes conseguir 10 no te conformes con 5 y si puedes conseguir 5 no te conformes con uno, se trata de conseguir el máximo posible.
Si tú no necesitas ese excedente, aprende a invertirlo en asuntos que traigan bienestar a tu comunidad, como puede ser promover puestos de trabajo o cultura. Seguro que si piensas en las necesidades de tu comunidad, se te ocurren muchas cosas.
Pero lo que hagas procura hacerlo sin agobios y tratando de abarcar todos los aspectos de nuestra vida, como hemos comentado al principio. Es decir, prosperidad en equilibrio, en todas las facetas de la vida.
Te deseo abundancia en salud, educación, espiritualidad, relaciones y ¿cómo no? en economía.
Gracias por tu atención. Si me lo quieres contar, me gustaría saber si tu abundancia es equilibrada en todos los aspectos o estas esforzándote por alcanzar tu meta en alguna parcela, que aún no está suficientemente cubierta.
Si me lo quieres contar por privado mándame un correo (a través del botón), si lo quieres hacer público (a través de los comentarios) tal vez ayude tu experiencia a otros.

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