
La dieta baja en información mejora la vida
Y vosotros diréis, ¿qué es eso de la dieta hipoinformativa? Pues ahora os voy contando. Empecemos la información por el principio. A estas alturas del camino ya todos sabemos que todo aquello que nos acontece durante todo el día provocará que nuestras glándulas produzcan unas u otras hormonas que, por medio del riego sanguíneo, afectarán a todos los órganos de nuestro organismo, produciendo efectos en nuestro sistema de salud para bien o para mal.
Si esto, como decimos, ya está en conocimiento de una gran parte de la población, una se pregunta, entonces ¿qué hace que la mayoría de la población, por voluntad propia se someta a información que va a deteriorar su salud?
El ego
Como siempre el ego tiene mucho que ver. Necesitamos parecer personas inteligentes, y estar al día en todo aquello que se supone que es importante para nuestra sociedad. Pero aquí convendría hacernos otra pregunta:
¿Quién dicta lo que tiene que ser importante para nuestra sociedad?
Pues la respuesta a esta pregunta es mucho más fácil de lo que en realidad parece y para obtener esa respuesta, tienes que seguir haciendo preguntas de escrutinio, como por ejemplo.:
¿De dónde he sacado yo esto que estoy compartiendo con mi compañero?
¿De dónde ha sacado mi compañero la información que comparte conmigo?
Las fuentes
Seguramente la fuente de información será la misma o parecida. En este caso, si la información que habéis compartido es positiva, os ha ayudado a crecer como personas, hace que os sintáis más felices y mejor, estupendo, esa será una buena fuente de información.
Si por el contrario, cuando te separes de tu interlocutor te sientes molesto, rabioso, triste, o sientes miedo, esa es una fuente de aguas amargas, una fuente no propicia, de la que no deberías beber.
Analiza el agua de tus fuentes de información. Normalmente la mayoría de personas bebemos de los informativos de TV, de programas de radio y de la prensa escrita, y lo que oímos en estas fuentes es lo que después compartimos con nuestros congéneres que seguro han bebido de las mismas fuentes.
Lo que estamos haciendo en ese supuesto es dar relevancia o ampliando una información, que no siempre hemos verificado que sea verdad.
¿A qué fuentes acudir?
Está claro que seleccionar las fuentes desde donde nos llega la información es prioritario, pero además tendríamos que ser capaces de saber si la información es digna de trasmitirse o mejor nos callamos.
Existe un patrón por el que medir si una información es buena para ser compartida y lo encontramos en Filipenses 4: 8.
Según este patrón, cuando recibimos, por el medio que sea, cualquier noticia, deberíamos preguntarnos:
- 1º ¿Es esto verdad?
- 2º ¿Es justo?
- 3º ¿Es casto o decente?
- 4º ¿Fomenta la amabilidad?
- 5º ¿Realzo la reputación de algo o alguien?
Según este escrutinio, de lo que hablaremos es de cosas que sean veraces, de cualquier virtud o cosas dignas de ser alabadas. Las demás cosas que nos hayan llegado por los medios antes citados no las compartiremos hasta que no las hayamos trasformado y las podamos enumerar en alguno de los supuestos arriba enumerados.
EJEMPLO

Imagina que por algún medio de comunicación, un grupo político, religioso, humanitario, empresarial o de cualquier otro tipo, está pidiendo voluntarios o socios por algún motivo. Sin embargo, tú conoces con certeza que el interior de esa organización no es tan amable como quieren dar a entender y que en ocasiones han hecho daño o estafado a terceras personas. Pero como el caso no es justo, ni decente, no fomenta la amabilidad ni realza la reputación de nadie, tú nunca lo has dicho, hasta que… te enteras que un buen amigo tiene la intención de afiliarse, o donar una fuerte cantidad de dinero.
Entonces tú en privado le contarías a tu amigo lo que sabes porque… 1º es verdad, 2º seria lo justo, 3º protegerías el buen nombre de tu amigo y su futura reputación.
Después dejarías que él tomara su decisión y fuera la que fuera, seguirías teniéndolo en consideración.
Otra noticia
Imagina ahora que escuchas otra noticia en tus fuentes de información, esta vez referente a un caso de violencia de género, con todo lujo de detalles macabros en cuanto al suceso. Puedes saber que es verdad, pero… ¿es justo, es decente, fomentará la amabilidad y el amor, realzaremos la reputación de algo o alguien si compartimos ese tipo de información?
Seguramente no. Entonces pues, no hablaremos de dichas cosas, puesto que ante esas noticias al igual de cualquieras otras de injusticias, los seres humanos nos sentimos mal y desprotegidos, nos ponemos tensos y a la defensiva de cualquier cosa que vivamos como un ataque. Las glándulas de nuestro cuerpo segregan hormonas que envenenan nuestro organismo, bajan nuestras defensas y enfermamos.
CAMBIEMOS NUESTROS HÁBITOS
Cambiar nuestros hábitos en cuanto a las informaciones que nos mantienen al día con las cosas que suceden en el mundo no es nada, nada fácil, pero inténtalo al menos un mes y luego me cuentas.
Para tratar de lograrlo volvamos a los supuestos y tú adáptalo a tus rutinas diarias.
Se supone que la mayoría de personas vemos los noticieros en TV a las horas de comida o cena, cosa nada recomendable ni siquiera aunque vivas solo. Las horas de las principales comidas son sagradas, no tengan ningún otro estímulo a no ser una suave música de fondo que no interfiera en la conversación de los comensales. Si después de la comida sueles ver un poco la TV seguro que encontrarás reportajes de cosas que te gusten, coches, plantas, construcción, etc. Pero nunca noticias de desastres y violencia.
Algo más productivo
Algo mucho más productivo que muchos programas, en los que invertimos cierta cantidad de tiempo a diario, es hacer algún curso. Yo he usado en algunas ocasiones la plataforma MIRIADAX
https://miriadax.net/web/general-navigation/cursos
Son cursos ofrecidos por universidades, no se requieren normalmente conocimientos previos, son gratuitos, excepto si deseas conseguir el diploma, que una vez superado el curso te ofrecen por 40€.
Los cursos suelen durar pocos meses y los encontrarás de muchas materias, desde entrenador deportivo, márquetin, idiomas, religión, filosofía, matemáticas, nutrición y un gran etc.
El día tiene la misma duración para todos, pero no es lo mismo vivirlo en paz y armonía, sabiendo que cada día aprendes algo y transmites algo de valor, que vivirlo desde la crispación y el miedo, de las noticias que nos producen desconfianza.
Atrévete a cambiar tu dieta informativa por una dieta formativa, seguro que tu y tu entorno mejoráis más de lo que piensas.
Muchas gracias por tu atención.
Si conoces alguna plataforma de cursos espero que me la compartas.
Gracias, gracias, gracias.

La masa crítica

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2 Comentarios
Ramón Camacho
Después de leer el artículo de Lola Campos, siento que estoy obligado a comprender y a aceptar, que por razones de higiene mental, debo ser más seleccionador en cuanto a el contenido, calidad y al horario que debo usar para cargar mi mente de noticias. Pues las diferentes hormonas que produce mi mi sistema, mi cuerpo pueden ser buenas pero también malas para mí salud. También es importante saber que el tiempo inexorable pasará, no lo podemos detener pero si podemos utilizarlo, el tiempo, para emprender proyectos provechosos, beneficiosos . Así que manos a la obra, el ocio sin dirección perturba el espíritu creador
admin
Gracias por tu aportación, para mí es importante recibir estos feedbacks y saber que mis textos son de utilidad para mis lectores. En estos tiempos tan complicados, saber seleccionar la información es muy importante. Un saludo!